SOMBRAS NADA MAS...
Esta foto, en lo personal, es muy importante para mi... y para esta actividad quedó como anillo al dedo. Pese a lo que muestra la foto (sombras) esta imagen tiene un valor simbólico y sentimental que me gustaría compartir a continuación.
En esta foto mi padre y yo nos encontrábamos caminando en calles de Santa Rita, Jalisco bajo el intenso sol de medio día, quedándonos reflejados en el suelo en forma de sombras... sombras que al final del día desaparecieron quedándose inmortalizadas en esta fotografía.
Al escuchar en clase la definición de fotografía para Roland Barthes, al decir que la foto inventa la desaparición de las cosas, que te pone en relación con la muerte e inmoviliza el instante, inmediatamente me transporto al tema: MUERTE, ¿quién de nosotros esta exento de ella?, ¿cuantos de nosotros no guardamos fotografías de aquellas personas que se nos han muerto?, te haces a la idea de que ya nunca mas podrás verlos físicamente, pero que pasa con las fotografías, esas si se quedan físicamente y solo eso queda, yo los llamó recuerdos impresos y precisamente nos ayudan a recordar, a sentir de nuevo, a vivir, por eso quien dijo el dicho de: "recordar, es vivir de nuevo" se merece un aplauso de pie.
Lamentablemente ese viaje a Guadalajara fue el último que hice con mi papá ya que él murió meses después...
De todas las fotografías que saque en esas vacaciones, esta fue la que más me gusto, sin rostros, ni expresiones, solo bastan las sombras para mostrar cierta armonía en ambas personas, el sol chocando con el suelo, él solo iba mirando el camino de frente y yo mirando hacia abajo para poder tomar la foto, realmente se veía enorme al lado mio y como no, era mi PAPÁ.
Al final solo quedo eso "sombras nada mas... entre su vida y mi vida" haciendo referencia al titulo de una hermosa canción mexicana y al género musical que a él tanto le gustaba.
Termino como dice un poema de Lauren Mendinueta:
... tus ojos espejos de asfalto, tallaban estatuas de agua y tus manos
columnas de algas que estremecían los mares. Yo fantasma temeroso me
ocultaba, temía mirar tus ojos, sabía que eran oráculos.
Pasaron cuatro y una noches, tu sombra se volvió blanca como tu lengua, supe que te irías. Busqué mirar tus ojos, secuencia interminable de rostros desconocidos.
Entendí entonces que una noche cae con el peso de todos los siglos y que todos los siglos pesan al hombre como pesa la sombra al cuerpo.
(SOMBRAS EN SOMBRAS, LAUREN MENDINUETA, EN AUTORES COLOMBIANOS, CELEBRACIONES, POESÍA)
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